
Se plantaron unos 150 árboles de tarajes y álamos.

El taraje es un arbusto o arbolillo de 3 ó 4 metros de altura; ramas largas y flexibles, difíciles de romper, de corteza pardo-rojizo oscuro, las más jóvenes algo lustrosas y lampiñas.

Su hábitat son los zuelos húmedos y algo salinos: en las arenas y lagunas costeras, a lo largo de los ríos y corrientes de agua; se asocia con la adelfa y los sauces. Prefiere los climas secos y calurosos.

El álamo es un árbol frondoso de crecimiento rápido que contiene unas ramas robustas y una copa bastante ancha. Esta especie puede llegar a vivir 400 años. Tiene unas hojas muy características debido a que son en forma de corazón.

David y Jesuli nos estuvieron explicando la manera más adecuada de plantar los arbolitos.

Los álamos se plantaron cerca del agua, en las zonas más húmedas, y los tarajes algo más alejados.


Se excavaba un hoyo de 40 cm de profundidad y se introducía la planta.

Se rellenaba con la tierra extraída, y con el pie la aplastábamos para eliminar el aire.
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